Algunas personas miran al mundo y dicen: ¿Por qué? Otras, miramos al mundo y decimos: ¿Por qué no?

domingo, 27 de mayo de 2012

No llenes tu vida de años, sino tus años de vida.

Te piden que escribas sobre tus veinte años de vida y no sabes ni por dónde empezar. Pero la vida ha dado demasiadas vueltas y es hora de empezar a comentarlas. Empezaré diciendo que quizás quien antes lo fue todo, por la distancia, el orgullo, los malentendidos, o lo que sea, ahora no sea tanto. Pero si sigo escribiendo, será porque algo me importa.

Crecemos y pocas personas de las que pasaron por nuestras vidas se quedan para siempre, pero hay unos nombres, esos pocos nombres, que sé que siempre estarán ahí y son los que merecen la pena.

Pasas del colegio al instituto y algunos de los que hasta ese momento eran tus amigos se quedan atrás. Pasas a compartir tu día a día con personas que se convierten en algo demasiado especial para ti, que se convierten en tu rutina y que crees que siempre estarán a tu lado. Con ellas lo vives casi todo y ellas son las que te hacen sonreír. A las que pasas a llamar tus xoxos, las que están a tu lado, las que no dudan en formar parte de tu viaje, de tu equipaje.

Más tarde pasas de la ESO a Bachillerato y de repente, un día, la vida te da una de las lecciones que mejor te puede dar, resulta que no son dos años de bachillerato los que te tocan, sino tres. Donde la gente demuestra, unos para bien y otros para mal. Conoces a gente que a día de hoy, sigue a tu lado y sigue demostrando aquella que ya estaba.

Y por fin, llegas a la Universidad, temida, pero que al final no es para tanto. Es otra etapa, otra nueva etapa. En la que conoces a nueva gente que se convierten en tu presente y algunos incluso en tu futuro. Etapa en la que los de siempre, los de verdad, siguen a tu lado. Etapa en la que te das cuenta que a veces lo mucho sobra y con lo poco es suficiente, donde tu rutina es otra y el día a día lo compartes con ELLAS, mis gordis, las que desde el principio se dejaron querer, las que se dejaron conocer.

Y por supuesto, no puedo dejar de nombrar a esa gente, a los de toda la vida o a los que en algún momento llegaron por casualidad a mi vida, los de los pueblos, los del barrio, mi familia… A mis cukas, que se han convertido en mi huida cuando algo no iba bien, las que se han convertido en mis amigas. A mis chicos de Rábanos que saben lucir cuando necesitas volver a tu niñez. Y a ELLOS, los que últimamente brillan con más fuerza que nunca. A los que han sabido demostrar y a los que no han sabido hacerlo.

Hoy, veintisiete de mayo, creo que debo dar las
gracias a todos, a los que pararon y a los que no lo hicieron. A los que pararon y se quedaron y a los que no. A los que pararon y ya no están y a los que siguen a mi lado. Porque gracias a todos ellos soy como soy y en esta vida hay que ser agradecida. Gracias a todos los que forman parte de mis recuerdos. Pero sobre todo gracias a todos los que se quedarán para siempre.

Y sin duda, dar las gracias a los que me hacen feliz hoy, ahora. A los que me hicieron feliz ayer. A los que vinieron ayer desde cerca y desde lejos. A esa gente que ha sabido estar demostrando y que ha estado en lo bueno, en lo no tan bueno, en lo malo y en lo peor. Los que han perdido tiempo por mis lágrimas y los que no han dudado en darme un abrazo cuando lo he necesitado. A los que se han molestado en conocerme.

Hoy echo de menos a personas que ya no están, a las que nunca jamás estarán porque la vida se las ha llevado y a las que el tiempo ha hecho que estén distanciadas de mí, pero seguiré sonriendo por los que se lo merecen.

Y de aquí, a hoy….




… muchas cosas han cambiado en tan solo un año. Con el tiempo, las cosas se han hecho diferentes, y no peores, sino diferentes. Los que están a mi lado ahora no son del todo los mismos, los que me demuestran, son los necesarios y los de verdad, los de siempre.

Veinte años en los que he decepcionado y en los que me han decepcionado. En los que he necesitado y en los que me han necesitado. En los que he hecho reír y me han hecho reír. En los que he hecho feliz y me han hecho feliz. Veinte años por los que hoy puedo estar orgullosa.

Y sin duda, hoy me quedo con él, por ser ese ‘todo’ en mi vida, esa otra parte que me complementa. Por hacerme sonreír sin parar. Por tener esa forma tan especial de mirarme. Por saber hacerme feliz día a día. Por no dejar nunca de luchar. Por los abrazos cuando algo iba mal. Por tener esa forma tan especial de morderme la nariz. Por no dejar nunca de sorprenderme. Por estar siempre, para todo. Por formar parte de mis planes de futuro. Porque contigo, sobra las palabras.

Hoy, me quedo con
ELLOS, con VOSOTROS. Que sois los que os vais a parar a leer todo esto. GRACIAS.


jueves, 24 de mayo de 2012

Programa de radio interferencias. 'Centros de menores'


Si este tipo de noticias salen a la luz... ¿cómo es posible que la Fiscalía de Menores no haga nada para solucionarlo?

Y recuerda: Un hombre nace con libertad, pero esa libertad se destruye cuando el mismo hombre se lo impide.  (Jean Jacob Rosseau)