Hace unos días recibía un mensaje privado de uno de esos chavales que pasaron por mi vida profesional hace ya algo así como ocho años. Algunos, de alguna u otra manera, han seguido formando parte de mi vida personal desde entonces. Y, a pesar de haberme enfocado en otros ámbitos profesionales, ahí han seguido, haciendo que nunca me olvide de mis inicios. Y me hablaba de esto que dice la imagen, tantos años después se seguía acordando de cómo se sintió y me escribía con el mismo cariño, pero con años de experiencias y palos que le ha ido dando la vida después.
Algo parecido me ha ocurrido con personas que la vida quiso que se cruzasen en mi camino, pero la misma vida hizo que tomásemos rumbos diferentes y, años después, de alguna manera, nos ha vuelto a unir.
Y, más reciente, entre otras cosas, una carta escrita con mucho amor y agradecimiento que la vida ha querido que tenga en mis manos. Entre otras muchas cosas preciosas y motivos que me dan motivos más que de sobra para seguir en esto, dice así: "eres una chica maravillosa y agradable, te valoro por lo que haces y cómo lo haces. Gracias por todo lo que haces por mí, eres como un ángel enviado a la Tierra para dar fuerza".
No sé si he hecho y sigo haciendo las cosas bien, pero desde luego que lo que tengo claro es que no estoy haciendo las cosas del todo mal cuando siembro cosas buenas y bonitas, cómo deberíamos hacer todo el mundo, en todos los ámbitos de nuestro ser.
Y, yo, solo puedo estar llenita de mucho, orgullosa y agradecida, muy muy agradecida, por forjar mi ser de la manera que lo estoy haciendo. 🤗💜💚❣️🌸💫🍃
