Algunas personas miran al mundo y dicen: ¿Por qué? Otras, miramos al mundo y decimos: ¿Por qué no?

martes, 18 de junio de 2013

Si no te hubieras ido sería taaan feliz...

¡Hola abuelo!
Es todo tan raro... pero dicen que nadie muere siempre que su recuerdo permanezca. Y nosotros, todos tus nietos, nos vamos a quedar con la infinidad de recuerdos a tu lado.

Tu sonrisa cada vez que nos veías aparecer. Tu sitio en la mesa de las comidas familiares. El regalo que año tras años nos hacías por nuestros cumpleaños y que tanto he echado de menos al cumplir mis veintiuno hace poco menos de un mes. Tus historias con las ovejas y lo que te gustaba que te acompañásemos con ellas. Los veranos de dar vuelta a la hierva y hacer fardos cuando éramos pequeños. El carbón que tú te comías cuando nos lo regalaban los Reyes Magos. Las interminables partidas de cartas, en las que aprendíamos cómo hacer trampas sin que se diesen cuenta otros. Tus historias de cuando eras niño. Las reuniones familiares que aunque sé que no te gustaría que así fuese, son diferentes desde que te fuiste. La sorpresa que os dimos a la abuela y a ti en la última reunión de primos, que no esperabais vernos a todos juntos. Y sobre todo, esas semanas de verano que tanto te gustaba que estuviésemos allí en el pueblo contigo y nos consentías de todo, porque ahí es cuando comprobábamos el gran abuelo que teníamos, ya que en las comidas familiares apenas podíamos hablar en condiciones.

Lo poco que te gustaban los macarrones y con las ganas que te los comías por vernos sonreír. Tu afición por los plátanos. Tu caja organizativa de medicamentos que no dejabas que nadie tocásemos para que no te descolocásemos nada. Tu afición a los números y el estar con la calculadora, que alguno hemos heredado. La ilusión que te hizo el regalo que todos tus nietos os hicimos a la abuela y a ti en las bodas de oro. Todo lo que te ha gustado siempre juntar a toda tu familia y... ¡míranos! el domingo volveremos a estar otra vez juntos, una vez más gracias a ti.
Que siempre nos vamos a quedar con tu vitalidad, con tu mal genio, con tu sonrisa, con tu gran amor hacia la abuela, con tus largas conversaciones con cualquiera que te encontrases, con tu acogimiento a nuestros novios, novias, amigos y amigas, con tu sensibilidad con los niños y sobre todo y por encima de todo, con tu gran corazón.
Y sabes que siempre me arrepentiré de no haber ido a despedirme como a ti te hubiese gustado, pero de verdad estaba convencida de que no te irías tan pronto, de que tu buen corazón seguiría latiendo, pero nos jugó una mala pasada abuelo, aunque creo que no puede haber mejor despedida que el recuerdo de aquella conversación de hace dos veranos que me hizo darme más cuenta aún del gran abuelo que siempre has sido.

Te vuelvo a repetir que esto no es un adiós, que es un hasta siempre abuelo.
Espéranos como siempre has hecho y sé la estrella que más brille. Eso sí, desde allí cuida muchísimo de la abuela y dala mucha fuerza, que aunque hacemos todo lo que podemos, la hace mucha falta.
Da un beso y un abrazo enorme a todos los que estan por allí, que desgraciadamente ya sois muchos, y diles que no nos olvidamos de ninguno, que habéis dejado todos un hueco cada vez más grande, pero que entre todos lo conseguimos llevar como podemos.
No dejo de reflexionar en qué cierto es eso de que siempre se van los mejores, y hace menos de seis meses se fue uno de los grandes. Uno, al que a día de hoy, sigo esperando ver con su boina, su buzo azul, su chaquetón marrón, el cachavo y su sonrisa cuando voy al pueblo.

Te queremos, tus nietos y toda tu familia te queremos.

Por cierto, aunque este año no pueda pasarlo contigo y siempre me quede ese último recuerdo del año pasado, ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES ABUELO!


Sandra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario