Algunas personas miran al mundo y dicen: ¿Por qué? Otras, miramos al mundo y decimos: ¿Por qué no?

domingo, 15 de septiembre de 2013

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta,
un charco era un océano,
la muerte lisa y llana
no existía.

Cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta,
un estanque era océano,
la muerte solamente
una palabra.

Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta,
un lago era un océano,
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad,
el océano es por fin el océano,
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Mario Benedetti.

domingo, 21 de julio de 2013

Otro punto de vista de las cárceles.

AMADEU CASELLAS es un ex preso FIES (Fichero Interno de Especial Seguimiento) que cuenta en forma de protesta los abusos de las instituciones penitenciarias españolas. ha pasado mas de 20 años en prisión y lleva consigo mas de 50 huelgas de hambre. No obstante mejor escuchar su testimonio. Es una entrevista realizada por "diariodevurgos" y "burgosdijital" tras haber dado una charla en el Espacio Tangente.

martes, 25 de junio de 2013

Otra oportunidad. La otra escuela.

"Noto el cambio, quiero una oportunidad que me lleve a hacer algo ahora que todo está mal. Mantenerme realizado, buscar la felicidad, no tirar lo levantado, luchar por la realidad"

"Darnos otra oportunidad porque nos habéis juzgado"



- ¿Te sientes bien con esto?
- Nosotros lo sufrimos.
- Luego nos metéis presos.
- A ver si nos pudrimos.

¡SALTA A LA VISTA QUE LOS CHICOS DE BARRIO SE CONVIERTEN EN ARTISTAS!
"No todo es malo, también tenemos listas de sueños por cumplir, mil objetivos que vivir, mil sentimientos que sentir, mil motivos para existir"

- ¿Por qué no abrís los ojos para entendernos?, ¿para visualizar lo que hay en nuestro adentro?
-Ayudadnos, estamos aquí. Escuchadnos, nos habéis hecho ser así.

¡GRANDES!

martes, 18 de junio de 2013

Si no te hubieras ido sería taaan feliz...

¡Hola abuelo!
Es todo tan raro... pero dicen que nadie muere siempre que su recuerdo permanezca. Y nosotros, todos tus nietos, nos vamos a quedar con la infinidad de recuerdos a tu lado.

Tu sonrisa cada vez que nos veías aparecer. Tu sitio en la mesa de las comidas familiares. El regalo que año tras años nos hacías por nuestros cumpleaños y que tanto he echado de menos al cumplir mis veintiuno hace poco menos de un mes. Tus historias con las ovejas y lo que te gustaba que te acompañásemos con ellas. Los veranos de dar vuelta a la hierva y hacer fardos cuando éramos pequeños. El carbón que tú te comías cuando nos lo regalaban los Reyes Magos. Las interminables partidas de cartas, en las que aprendíamos cómo hacer trampas sin que se diesen cuenta otros. Tus historias de cuando eras niño. Las reuniones familiares que aunque sé que no te gustaría que así fuese, son diferentes desde que te fuiste. La sorpresa que os dimos a la abuela y a ti en la última reunión de primos, que no esperabais vernos a todos juntos. Y sobre todo, esas semanas de verano que tanto te gustaba que estuviésemos allí en el pueblo contigo y nos consentías de todo, porque ahí es cuando comprobábamos el gran abuelo que teníamos, ya que en las comidas familiares apenas podíamos hablar en condiciones.

Lo poco que te gustaban los macarrones y con las ganas que te los comías por vernos sonreír. Tu afición por los plátanos. Tu caja organizativa de medicamentos que no dejabas que nadie tocásemos para que no te descolocásemos nada. Tu afición a los números y el estar con la calculadora, que alguno hemos heredado. La ilusión que te hizo el regalo que todos tus nietos os hicimos a la abuela y a ti en las bodas de oro. Todo lo que te ha gustado siempre juntar a toda tu familia y... ¡míranos! el domingo volveremos a estar otra vez juntos, una vez más gracias a ti.
Que siempre nos vamos a quedar con tu vitalidad, con tu mal genio, con tu sonrisa, con tu gran amor hacia la abuela, con tus largas conversaciones con cualquiera que te encontrases, con tu acogimiento a nuestros novios, novias, amigos y amigas, con tu sensibilidad con los niños y sobre todo y por encima de todo, con tu gran corazón.
Y sabes que siempre me arrepentiré de no haber ido a despedirme como a ti te hubiese gustado, pero de verdad estaba convencida de que no te irías tan pronto, de que tu buen corazón seguiría latiendo, pero nos jugó una mala pasada abuelo, aunque creo que no puede haber mejor despedida que el recuerdo de aquella conversación de hace dos veranos que me hizo darme más cuenta aún del gran abuelo que siempre has sido.

Te vuelvo a repetir que esto no es un adiós, que es un hasta siempre abuelo.
Espéranos como siempre has hecho y sé la estrella que más brille. Eso sí, desde allí cuida muchísimo de la abuela y dala mucha fuerza, que aunque hacemos todo lo que podemos, la hace mucha falta.
Da un beso y un abrazo enorme a todos los que estan por allí, que desgraciadamente ya sois muchos, y diles que no nos olvidamos de ninguno, que habéis dejado todos un hueco cada vez más grande, pero que entre todos lo conseguimos llevar como podemos.
No dejo de reflexionar en qué cierto es eso de que siempre se van los mejores, y hace menos de seis meses se fue uno de los grandes. Uno, al que a día de hoy, sigo esperando ver con su boina, su buzo azul, su chaquetón marrón, el cachavo y su sonrisa cuando voy al pueblo.

Te queremos, tus nietos y toda tu familia te queremos.

Por cierto, aunque este año no pueda pasarlo contigo y siempre me quede ese último recuerdo del año pasado, ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES ABUELO!


Sandra.

domingo, 19 de mayo de 2013

18 de octubre de 2012

Castilla-León – Valladolid – C.P. Villanubla


L.L.J., que se encontraba presa en la cárcel de Villanubla, en Valladolid, tras haber entrado voluntariamente , el 17 de octubre, para cumplir una pena de 68 días al no poder prestar trabajos en beneficio de la comunidad, pues tiene diagnosticada una “cefalea con migrañas nerviosa” que le impide trabajar denunció haber sido agredida por funcionarios de la cárcel.

Según su denuncia, al día siguiente de ingresar en la prisión, antes de la cena, acudió a la enfermería pues tenía dolor en el pecho. En la enfermería la recetaros ibuprofeno, pero al ser alérgica a los aines, no podía tomarlo y así lo comunicó a la sanitaria. Esta le manifestó que si no lo tomaba iba a llamar al jefe de servicios y así lo hizo.

El jefe de servicios la sacó de la enfermería, acompañado de una funcionaria y un funcionario, y la trasladaron a una celda de castigo. Durante el trayecto, el jefe de servicio la cogió del pelo y daba tirones, golpeándole la cabeza contra la pared.

Una vez en la celda de castigo, fue nuevamente agredida e insultada por el jefe de servicios.


Cuando finalizó esta agresión, la funcionaria que los acompañaba se limitó a decir “pero si sólo han sido dos caricias” y, a continuación, la obligo a desnudarse sin tener autorización ni motivación para ello.

Las agresiones y vejaciones finalizaron cuando el otro funcionario varón pidió al jefe de servicios que cesaran en su actitud.

20 de abril de 2012

Castilla-León – Valladolid – C.P. Villanubla

J.R.A. denunció haber sido agredido por funcionarios de la prisión de Villanubla. Según la denuncia, formalizada por su madre, después de un vis a vis con su madre, entraron 6 funcionarios a la sala con porras, realizaron desnudo integral sin bata, sin autorización ni motivación, le metieron el dedo en el culo, meneaban las porras. Con anterioridad, tuvo desnudos integrales delante de sus compañeros u obligándole a estar de cuclillas, cacheos o revisiones de celda sin estar presente.

Previamente, en la entrada de la prisión, el coche de la madre y hermano fueron registrado por perros de guardia civil, y como los funcionarios pretendían efectuar un cacheo integral al hermano, antes de entrar al vis a vis, este se negó a ello.

En agosto de 2012, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº 1 de Valladolid, estimó la queja presentada por J.R.A., declarando improcedente la orden de cacheo con desnudo integrad de J.R.A como de su hermano. Pese a ello, en noviembre de 2012, la Oficina del Defensor del Pueblo desestimó la queja planteada ante esa institución por la madre de J.R.A., aceptando la versión de los hechos facilitada por la prisión.

jueves, 2 de mayo de 2013

Es que es una cosa esto...

Te paras a pensar y te das cuenta de la cantidad de momentos que has pasado a su lado con el paso del tiempo, la cantidad de frases que sin querer se te pegan y la cantidad de proyectos que surgen junto a ellas. Hoy dos de las mías entran en la veintena y hoy más que nunca me siento orgullosa de que el paso del tiempo haga que se conviertan en personas necesarias para mí.



Que al final, con el paso del tiempo te das cuenta de que cuando más necesitabas el apoyo de la gente, ellas estuvieron ahí, sin exigir nada a cambio. Te das cuenta de que eres capaz de estar una semana entera las veinticuatro horas del día al lado de una de ellas. Te das cuenta de lo grandes personas que son.




Que te das cuenta de que son tu rutina, pero esa rutina que en época de vacaciones echas de menos. Que son tu momento de confidencias, tus cenas de escapada, tus tardes de desahogo, tu apoyo diario, tus risas a deshoras.



Y te paras a escribir algo para ellas, te paras a evaluar su amistad, te paras a analizar los momentos de tensión y el saber hablarlo y sobre todo solucionarlo. Y lees ese texto que con tanto significado ha sabido escribir la 'moños'. Y reflexionas y te das cuenta de que no puedes vivir de la experiencia de los demás, pero que es necesario vivir de la experiencia CON los demás. Que jamás tuve miedo a perder y supongo que por eso aprendí a ganar a gente como vosotras. Que el valor de las personas por supuesto que no están en el tiempo que permanezcan, sino en la calidad de los momentos. No tengo duda de que estar rodeada de gente como vosotras es lo mejor que me puede pasar en la vida.


Y por supuesto, como siempre he dicho, que a veces lo mucho sobra y con lo poco es suficiente. Porque pase lo que pase, siempre seremos una.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES, GORDIS!
Sí, os quiero.


domingo, 21 de abril de 2013

El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión.


Un día, de pronto, descubrimos que tenemos un sueño, la solicitud más o menos formal e imperiosa de crear un nuevo espacio en nuestras vidas. Al sueño le ponemos una etiqueta, ya sea pareja, trabajo, proyecto de vida o hijos. Da igual. A partir de ese momento, esa etiqueta se convierte en nuestro gentilicio, pues al fin y al cabo todos somos del lugar de donde provienen nuestros sueños. Sueños que, tarde o temprano y te pongas como te pongas, te acabarán exigiendo un lugar con su correspondiente aire para respirar y hacerse realidad. Un espacio que jamás podrá medirse por metros cúbicos.
Así que luchamos por darle a nuestro sueño el espacio que se merece. Salimos, nos arrejuntamos, nos divorciamos, nos mudamos de ciudad, de país o de sector industrial, montamos un estudio, una habitación o cambiamos de ginecólogo. Movimientos de espacio que llevan su tiempo. Tiempo despacio que mueve a llevarse.

Y así es como abrimos espacios, así es como progresamos, creando un futuro mejor para los que vienen detrás. Así es como recogimos el testigo de nuestros padres, defendiendo la dignidad de su legado y luchando con uñas y dientes para dejar un espacio mejor que el que nos encontramos. Pedimos créditos, nos endeudamos, vendimos a precio de saldo el tiempo que nos quedaba para pagar varias veces y con creces el espacio ocupado. Construimos. Firmamos.
José Luis Sampedro dijo que no abandonásemos nunca la lucha y así será,¡NUNCA ACABARÁ MI LUCHA! Porque el mundo necesita gente que ame lo que hace.

viernes, 19 de abril de 2013

Cuando sepas de mí.


Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero, porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.

Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco, irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo a quemarropa. Pero de nuevo te vendrá todo como a destiempo, inconexo y mal.

Qué sabrán ellos de tu alegría. Yo, que la he tenido entre mis manos y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad, quizás. Pero ellos... nah.

A lo que iba.

Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.

Pero tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal.

Eso sí, cuando sepas de mí, intenta no dar portazo a mis recuerdos. Piensa que llevarán días, meses o puede que incluso años vagando y mendigando por ahí, abrazándose a cualquier excusa para poder pronunciarse, a la espera de que alguien los acogiese, los escuchase y les diese calor. Son aquellos recuerdos que fabricamos juntos, con las mismas manos con las que construimos un futuro que jamás fue, son esas anécdotas estúpidas que sólo nos hacen gracia a ti y a mí, escritas en un idioma que ya nadie practica, otra lengua muerta a manos de un paladar exquisito.

Dales cobijo. Préstales algo, cualquier cosa, aunque sólo sea tu atención.

Porque si algún día sabes de mí, eso significará muchas cosas. La primera, que por mucho que lo intenté, no me pude ir tan lejos de ti como yo quería. La segunda, que por mucho que lo deseaste, tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de donde alguna vez fuimos feliz. Sí, feliz. La tercera, que tu mundo y el mío siguen con pronóstico estable dentro de la gravedad. Y la cuarta, -por hacer la lista finita-, que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero, una vuelta a cualquier sitio menos al lugar del que se partió.

Nada de todo esto debería turbar ni alterar tu existencia el día que sepas de mí. Nada de todo esto debería dejarte mal. Piensa que tú y yo pudimos con todo. Piensa que todo se pudo y todo se tuvo, hasta el final.

A partir de ahora, tú tranquila, que yo estaré bien. Me conformo con que algún día sepas de mí, me conformo con que alguien vuelva a morderte de alegría, me basta con saber que algún día mi nombre volverá a rozar tus oídos y a entornar tus labios. Esos que ahora abres ante cualquiera que cuente cosas sobre mí.

Por eso, cuando sepas de mí, no seas tonta y disimula.

Haz ver que me olvidas.

Y me acabarás olvidando.

De verdad.

Risto Mejide.

lunes, 1 de abril de 2013

El poder de la insatisfacción.


"Nuestros momentos de más lucidez suelen tener lugar cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o insatisfechos. Pues es en esos momentos, empujados por nuestra insatisfacción, cuando salimos del camino trillado y empezamos a explorarm maneras diferentes de hacer algo,
o respuestas más certeras"


M. Scott Peck. Un camino sin huellas

martes, 26 de febrero de 2013

El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión.


Luchemos todos juntos, no dejemos que nos pisen. Todos hablan mucho y es mentira lo que dicen. Defendamos los derechos y que nunca se os olvide, EL PODER ESTÁ EN EL PUEBLO, JUNTOS EL CAMBIO ES POSIBLE.

Esto no es indignación, es luchar por los derechos de toda la población.

Un país que se ha ido a pique con el paso de los años.

sábado, 12 de enero de 2013

San Feliz. :)


Hoy, doce de enero de dos mil trece, se acabó. Pasaron estos seis meses y es momento de daros las gracias. Pero las gracias de corazón. Hoy sonrío, de esa manera que hace seis meses pocas veces lo he hecho. Hoy lo hago de verdad.

Sin duda, debo dar las gracias a quien me ha aguantado durante estos ciento ochenta días y no han dudado en preguntarme cada uno de ellos qué tal estaba. Debo dar las gracias también a Alex por ese primer viaje totalmente gratuito, que lo hizo sin pensar en él. También a Raquel, Yvonne y Lorena por las cartas inesperadas que más de una sonrisa han conseguido sacar. A Cristina por ser la cartera particular. A Raquel de nuevo por no dudar en hacerme sonreír y por haberme dado todo cuando he estado a su lado y en la distancia. Gracias a esa parte de mi vida, de mis amigos, de mi familia, que no ha dudado en darle su apoyo también a él. A Tatiana por los consejos pucelanos y por el huequito en su humilde morada. A María, Mirela, Vanesa y Tatiana de nuevo, por aquella noche de verano en el parque Buenavista. A Sonia, Roberto, David, Rubén, Eduardo, David, Jennifer, Rocío, David, Marta, David y Alex por las cartulinas llenas de imaginación. A Lorena por las buenas palabras. A mis hermanas, a mi madre, a mi tía y a mi prima por demostrar qué tipo de familia tengo y por saberlo entender. A Marta por demostrar más aún, por la excursión a Valladolid, las compras y el paseo, por las llamadas los sábados cuando estaba de viaje. A Aitor por demostrarle y por preguntarme. A Miren por preguntar, preocuparse, los abrazos y los besos. A Rocío y David por los nombres en la playa. A Sonia, Roberto, Jorge, Sergio, Laura, Sandra, Lorena, Elena, Sandra, David, Aroa, Tania, Lucía, Aitor, Raquel, Rocío, Marta y David por las fiestas de Rábanos. A Irene por las discusiones en clases y charlas cuando se sacaba el tema. A Sonia, David, Laura, David, Roberto, Sergio, Marta, Raquel y Rocío por el fin de semana de verano. En especial a Laura por dejarme dormir a su lado. Gracias a David por los días de verano, de juego de los números, de soledad, de no entender la vida. A mis cukas por las fiestas de Santa Cruz y por perdonarme el estar ausente este verano. A Carmen por preocuparse en la distancia. Gracias a quien dijo que el siete de julio era San Fermín y el doce de enero San Feliz. A Silvia por el cambio de chip en estos últimos meses y por estar cuando hace falta. También dar las gracias a quien algún domingo de once a una se ha acordado y se ha molestado. A quien escribió cartas, sobre todo a quien lo hizo por encima de sus posibilidades.A Lidia, por las conversaciones que nos han sido permitidas. A todos los que se han molestado con felicitaciones navideñas. A Sonia, Oihane y Sara, por entenderme en relación a la distancia. A todos los que han compartido e invertido días suyos en mí, en especial a esos que tenían mejores cosas que hacer en ese momento. A los que me han dado abrazos y me han sacado sonrisas, sobre todo a quien me ha sacado carcajadas. A quien si echa memoria es capaz de saber cómo realmente lo he pasado, a quien ha sabido muchas de las cosas que he vivido, a quien realmente ha estado ahí. A quien ha compartido noches de sábado, mañanas de domingo y tardes de lunes a viernes fuera del horario de trabajos y clases. A quien habló mucho y no hizo nada, y a quien calló y supo demostrar. Gracias a los que al demostrarle a él lo grandes que sois, me habéis demostrado a mí todo lo que valéis. A quien estuvo a su lado esos dos días de diciembre, a quien dejó lo que fuese por darle un abrazo. Y sin duda, gracias a todos los que os habéis preocupado por mí en este durísimo último golpe que me ha dado la vida y más gracias aún a los que han estado a mi lado, en especial a Laura, Sonia, Luis, María, Raquel y Beni por demostrarme que la compañía frente al silencio y al desconsuelo, así como los abrazos, en esos momentos, son esenciales. Gracias a quien fue hasta mi pueblo para despedirle, para estar a mi lado. A Diego por todo su apoyo. Gracias a Miguel, Sonial, Henar, Carmen y David por el detalle, por las palabras.

Son muchas las cosas que tengo que agradecer. Por supuesto, más de las que me esperaba por parte de muchas personas y menos de las que me esperaba por parte de otras. Quizás, incluso más de las que me merezca.

Aún así, me quedo con todas esas cosas buenas de estos meses, que a pesar de todo las ha habido.
Me quedo con que le quiero más que nunca y la 'experiencia' nos ha unido. Me quedo con esos que han estado a la altura y por encima de la situación y aparto a esos que no han sabido estarlo. Me quedo con Ana, Oihane y Cristina, por demostrarme día a día lo grandes personas que son, por preguntarme todos y cada uno de los sábados, domingos o lunes qué tal le he visto y qué tal me encuentro yo. Por demostrarme que no es necesario conocer a las personas de años, sino simplemente saber demostrar. Pero en especial a Ana por los consejos, los regalos, las buenas conversaciones, los gestos, las sonrisas y el saberme soportar. A Cristina por los vaciles desde el corazón que acaban siendo esenciales para vivir las situaciones de mejor manera.

En especial me quedo y por supuesto que quiero darle las gracias a él, al cari. Por demostrarme lo gran persona que es, por demostrarme la fuerza que tiene para afrontar un golpe más en su vida, por darme a mí fuerza cuando casi ni tenía, por quererme más que nunca, por las caricias, las sonrisas, las cartas, las llamadas, los regalos, las buenas palabras, incluso por las discusiones que han hecho que lo nuestro siguiese, que ahora tenga más brillo que nunca. Sobre todo por estar ahí, por haber hecho que a pesar de la distancia le sintiese cerca.

Sin duda, de todo se sale y por supuesto que de todo se aprende. Hoy sé quiénes están a mi lado cuando lo necesito y por quién yo procuraré no estar más. Hoy sé que hay gente que no entiende el amor, que no entiende que las buenas personas existan y que no entiende que se puedan hacer cosas por los demás. Hoy sé qué es lo necesario para tenerlo todo, para sentirte bien.

Hoy, ahora, tú estás leyendo esto y yo estoy siendo FELIZ.


Va por quien estuvo y a cambio no pidió nada.

Gracias. :)

San.

sábado, 5 de enero de 2013

Queridos Reyes Magos:

Aquí estoy, un año más, y ya van veinte.

Sabéis que este año ha sido diferente, quizás especial o a lo mejor no tanto y sobre todo sabéis que he tenido cosas muy duras y que éste último golpe me ha tocado muy dentro. Aún así, me han pasado cosas que jamás pensaría que me pasarían. Me ha servido para saber realmente qué es lo importante en mi vida, para valorar esas pequeñas cosas que antes valoraba pero quizás no tanto, para saber quiénes son los que están a mi lado cuando más falta me hacen y sobre todo para saber que la vida se acaba para todos y no avisa en qué momento va a ser. También he conocido a gente nueva, gente que realmente merece la pena y he seguido sumando junto a gente que no es tan nueva pero que también merece la pena. Pero bueno, tampoco os voy a contar nada que no sepáis porque sé que me observáis todos y cada uno de los días del año. Sí, sé que aquel día también lo hacíais, ese otro sufrísteis por mi dolor, aquel otro vísteis la ilusión en mi cara y ese otro me estábais apoyando. Por eso quiero pedir que el dos mil trece siga conociendo más a esa gente que acaba de llegar, a los que llevan ya tiempo y a los que faltan por llegar, pero sobre todo tenga tantos días inolvidables como días tiene el año y que todos esos planes se acaben cumpliendo y ya sé que yo tengo que poner de mi parte para que eso así sea. Aunque sobre todo pido no más pérdidas de personas queridas y no más sitios vacios en las mesas familiares. También pido viajes, pero que sean por diferentes motivos a los actuales.

Pero sobre todo me gustaría que este año me trajerais lo siguiente:

Una vez más me pido la MAGIA que había en casa cuando era pequeña y era inmensamente feliz pensando que hoy vendríais a visitarme.. porque todos tenemos esa ilusión que nos conmueve pero yo quiero la de cuando éramos pequeños, ¡ya me entendéis! ;) solo espero tener esa cara de alegría cuando vea todas las cosas que tengo debajo del árbol.

Pido regalos para todos los niños del mundo y que ninguno se sienta triste ni decepcionado con vosotros. También pido sonrisas en todas las caras del mundo, pero sobre todo en esas que yo tanto conozco y tanto se lo merecen. Pido alegría y buenas intenciones, que merman cada día. Pido trabajo, que se acabe la crisis y las injusticias sociales. Pido tiempo, de eso que cada vez tengo menos, para estar a su lado, al lado de mi gente y para recuperar el tiempo 'perdido'. También para ir al pueblo y estar con los de siempre, con los que me han visto crecer. Pido tiempo para pasarlo con mi familia, pero sobre todo para compartirlo con mis abuelas. Pido que esos niños que hoy gritan el nombre de Baltasar con el tiempo no se vuelvan racistas. Pido que él vuelva, que se acabe esta situación tan difÍcil que nos ha servido para unirnos pero es dura. Pido seguir queriendo, porque aunque te quieran, la mejor sensación es cuando tú quieres. Pido seguir cumpliendo sueños de esos que tengo, seguir ilusionada con mis estudios y seguir cambiando de ideas en esa locura que tengo en mente para acabar construyendo eso por lo que quiero luchar. Pido seguir sorprendiéndome cada veintisiete de mayo, que ya sabéis que siempre lo consiguen. Y sobre todo pido seguir aprendiendo, principalmente de mis errores, algo necesario en las personas.

Creo que no se me olvida nada, y sé que pido demasiado, pero creo que es necesario y sé que sois magos y hacéis que todas las ilusiones se cumplan, espero que las mías también.

Tened una gran noche, que cada uno la tendremos a nuestra manera.

P. D. Sabéis que sigo siendo aquella niña que con tanta ilusión os escribía junto a sus hermanas y espero que hagáis que nunca deje de serlo. No dejeis de sorprenderme nunca.

¡Hasta el año que viene! :)


San.