Lo que motivó el comienzo fue que las vidas que presencio no merecen el silencio.
Soñador, aún duermo con Peter Pan a mi lado, preguntándome si alguien ahí fuera entenderá a un tipo tan complicado. Pero una extraña fuerza me persigue, me dice tú simplemente vive, tú simplemente escribe, decide en tiempo record y olvida el rencor, y recuerda lo que el viejo dijo: hijo, en lo que sea, pero el mejor.