Algunas personas miran al mundo y dicen: ¿Por qué? Otras, miramos al mundo y decimos: ¿Por qué no?

lunes, 31 de diciembre de 2018


Hoy leo muchos textos bonitos resumiendo cada año, vuestro año. Lo que ha significado, cada aprendizaje, cada nuevo viaje, las pérdidas, los nuevos logros y todas las enseñanzas.

Hoy, a mí me duele el alma. Y mi texto lo quiero dedicar a ellas, a Jénifee, Celia, María del Pilar, María Adela, María Paz, Dolores, María del Carmen, Patricia, Doris, María José, María del Mar, María Soledad, Josefa, Francisca, María Magdalena, Raquel, Martha Josefina, María Isabel, Cristina, Alí, María Judith, María Isabel, Mari Paz, Heidi, Leyre, Ana Belén, María, Natalya, Ivanka, María Dolores, Eva, Yésica, Jhoesther, desconocida, Sara María, Nuria, Maguette, Manoli, Aicha, Anna María, María, Fátima, Yolanda, Sacramento, Rokhaya, desconocida y a la burgalesa Silvia Plaza, a todas ellas, a esas 47 mujeres asesinadas que aparecen en las cifras oficiales. Y por supuesto a lxs 39 menores de dieciocho años que quedan huérfanos. Pero también a los dos feminicidios íntimos no oficiales, a Elena y a Paula. A los seis feminicidios no íntimos (desconocida, África, Leticia, Mercedes, Sophia y Laura Luemo). A los 20 feminicidios familiares. A los 9 feminicidios infantiles (Alhendín, Marina, desconocida, Laia, Miranda, Paula, Martina, Nerea y Daniela). A los dos feminicidios por prostitución (Laura Elizabeth y N.A.). A los siete feminicidios/asesinatos sin datos suficientes. A Lucía, asesinada por violencia juvenil. A María y desconocida, asesinadas por robo. A Alejandro, Andrei y desconocido, varones asesinados en el marco de la violencia machista. Y a Lucía y Zuni, actualmente desaparecidas en alto riesgo. A todxs ellxs, a quienes hoy no van a poder escribir el suyo, a quienes asesinos han arrebatado su vida, sus ilusiones y todo lo que ello conlleva. A quienes sus familias, de manera injusta, tendrán un plato menos en la mesa. Hoy lo hago yo porque ellxs ya no pueden. Lo siento mucho, de veras, os hemos fallado.

También a quienes se cruzaron un día con quien no debían y han hecho un antes y un después en sus vidas. A quienes su desenlace no ha sido el asesinato, pero no van a poder olvidar aquel momento.

Y, hoy, también nos quiero dedicar este texto, a mí y a todas esas personas que llenamos las calles el 8 de marzo, a quienes no nos cansamos de seguir en esta lucha (diaria) para acabar con esta lacra, a quienes alzamos las manos y la voz, a quienes se nos va un trozito de nosotras con cada una de ellas. Que por mucho que aumente el miedo, también aumenta la indignación. ¡Y de qué manera!

Y, por supuesto, a todxs, porque somos lxs encargadxs de nuestra propio cambio, de nuestra educación, de nuestros comportamientos, de educar a nuestras hijas, y sobre todo a nuestros hijos. Porque no debemos esperar a que otrxs lo cambien por nosotrxs, debemos hacer lo que esté en nuestras manos.

Para que no haya que lamentar más pérdidas, ni más violaciones, ni más nada, joder. Para que yo no tuviese que estar escribiendo de esto. Esto tiene que acabar. Ojalá a partir de mañana. #BastaYa#NiUnaMenos #NiUnaMás #EllasSomosTodas#SomosVuestraVoz

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